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Alternativas a 5G de cobertura planetaria

  • Publicación de la entrada:10 de septiembre de 2025
  • Tiempo de lectura:5 minutos de lectura

Mientras las redes 5G siguen expandiéndose en ciudades y corredores estratégicos, dos gigantes tecnológicos están construyendo una infraestructura paralela desde el espacio. Starlink, de SpaceX, y Project Kuiper, de Amazon, están desplegando constelaciones de satélites de órbita baja (LEO) que prometen llevar Internet de alta velocidad a cualquier rincón del planeta, sin necesidad de torres, fibra ni cobertura terrestre.

Con más de 6.800 satélites activos, Starlink ofrece velocidades de hasta 450 Mbps y latencias por debajo de 40 ms. Su servicio está disponible en más de 70 países, incluyendo zonas rurales, marítimas y en movilidad (trenes, barcos, aviones). La instalación es sencilla: una antena parabólica autoinstalable y una suscripción mensual. Su nueva generación de satélites V3 promete aún más capacidad y cobertura.

Por su parte, Amazon con Project Kuiper ha comenzado el despliegue de su constelación de 3.236 satélites, con servicio comercial previsto para finales de 2025. Sus terminales utilizan antenas de matriz en fase, más compactas y eficientes que las parabólicas tradicionales. En pruebas, han alcanzado velocidades de hasta 1.289 Mbps, con modelos de usuario que ofrecerán 100, 400 y 1.000 Mbps según el tamaño del equipo.

¿Y el 5G? Comparativa frente a las redes satelitales

Las redes 5G ofrecen velocidades teóricas de hasta 10 Gbps y latencias ultrabajas (1-5 ms), ideales para aplicaciones urbanas como vehículos autónomos, IoT industrial o realidad aumentada. Sin embargo, su despliegue requiere una infraestructura densa y costosa, lo que limita su alcance en zonas rurales o de difícil acceso.

Las constelaciones como Starlink y Kuiper operan en órbita terrestre baja (LEO), lo que reduce significativamente la latencia en comparación con los satélites geoestacionarios tradicionales. Sin embargo, aunque están más cerca de la Tierra (unos 500-1200 km), la señal aún debe viajar al espacio y volver, lo que implica un mínimo físico de latencia debido a la velocidad de la luz. En cambio, una red 5G con una antena a unos pocos metros del usuario tiene una latencia mucho menor, ya que la señal no necesita salir de la atmósfera.

Por otro lado, para comunicarse directamente con satélites LEO, se necesita una antena direccional potente, algo que no cabe en la carcasa de un móvil convencional. Por eso, los terminales Starlink o Kuiper suelen ser antenas externas instaladas en casas, vehículos o estaciones fijas.

Sin embargo, Starlink y Kuiper ofrecen:

  • Cobertura global, incluso en zonas sin infraestructura.
  • Instalación rápida, sin necesidad de obras ni permisos.
  • Velocidades competitivas, suficientes para streaming, teletrabajo y educación online.
  • Latencias aceptables, aunque superiores al 5G (20-100 ms).

¿Competencia o complemento?

Más que rivales, las redes satelitales y el 5G pueden ser tecnologías complementarias:

  • 5G domina en entornos urbanos densos y aplicaciones de baja latencia.
  • Satélites como Starlink y Kuiper brillan en zonas rurales, movilidad y despliegues rápidos.

Las redes satelitales no buscan competir directamente con el 5G urbano o la fibra óptica, sino que, sustituyen a la fibra en zonas rurales, remotas o de difícil acceso, donde desplegar cableado es costoso o lento y son ideales para entornos móviles (barcos, aviones, caravanas) o situaciones de emergencia donde no hay infraestructura terrestre.

En un mundo cada vez más conectado, la verdadera revolución no será elegir entre 5G o satélites, sino integrar ambas tecnologías para lograr una cobertura realmente planetaria.

 

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