IoT, la palanca necesaria, Revista BIT del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación
Las tecnologías habilitadoras digitales (THD) suponen el soporte tecnológico para afrontar el cambio que está sufriendo nuestra sociedad y que la crisis sanitaria ha impulsado, resultando esenciales para abordar los numerosos retos a los que nos enfrentamos. La transformación digital, que es como hemos llamado a ese cambio, ya no tecnológico, sino social, se apoya necesariamente en un mundo conectado, una sociedad en red, para lo que las redes de telecomunicaciones resultan el pilar clave. Pero solo la tecnología Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés, Internet of Things) es capaz de aprovechar esas redes para habilitar el resto de las tecnologías que están ahora impulsando esa transformación digital de nuestra sociedad.
Descripción
Las redes de telecomunicación han mostrado su capacidad para mover información desde cualquier lugar a otro y en cualquier momento. Constituyen en sí una de las infraestructuras más complejas de cuantas la humanidad ha construido, habiendo sido esenciales, por su capacidad y fiabilidad, para mantener la actividad de nuestra sociedad durante una crisis como la que hemos sufrido.
Pero la posibilidad de interactuar con el entorno para ofrecer y recoger información se ha realizado tradicionalmente con sistemas más o menos complejos (computadores, en general) que han ido, poco a poco, en sus distintas versiones y variantes, permeando la sociedad y haciéndose ubicuos y omnipresentes ya en cualquier industria, oficina, hogar… Esta ubicuidad ha alcanzado su máxima expresión con la tecnología IoT. Ahora, cualquier sistema realmente simple puede conectarse a la red, y ofrecernos cualquier tipo de información e incluso interaccionar con otros sistemas semejantes. Objetos, cosas cotidianas, ya son parte de esta red.
La propia capacidad creciente de las redes de telecomunicación, la evolución de un gran número de tecnologías, desde la electrónica, hasta el procesado de señal, y claro está, el paraguas que ha ofrecido Internet han hecho posible que el “todo conectado” sea una realidad actualmente, y que IoT no sea más que una representación física de ese paradigma.
Por otra parte, la posibilidad de monitorizar absolutamente cualquier variable (desde temperatura o humedad, hasta el número de personas en un lugar, o el funcionamiento correcto de una máquina), y, por tanto, la capacidad de desarrollar numerosas aplicaciones y servicios de gran valor añadido para la sociedad en todos los campos está marcando nuevos hitos en el desarrollo de esta tecnología. Y es eso precisamente, el deseo de aumentar el potencial de IoT, lo que ha puesto de manifiesto sus ámbitos de mejora.
FUENTE: Bit