Informe sobre radiofrecuencias y salud (2016-2019) (CCARS)
Una vez más, el CCARS publica su informe trienal con el objetivo de actualizar las evidencias científicas de mayor calidad en el periodo comprendido entre julio de 2016 y diciembre de 2019. Las conclusiones confirman las evidencias observadas en el anterior informe del CCARS en el sentido de que hasta la fecha actual la evidencia científica muestra que por debajo de los límites establecidos en la legislación no hay evidencia de riesgo para la salud de las personas.
Descripción
La exposición a los Campos Electromagnéticos (CEM), al ser ubicua, invisible y generalizada, genera en una parte de la sociedad una percepción del riesgo elevada y un cierto grado de incertidumbre sobre sus efectos en la salud. Estos sectores sociales reclaman la adopción de medidas de protección frente a los CEM. Los responsables de adoptar decisiones de prevención y control deben dar respuestas efectivas, aceptables y fundamentadas en las mejores evidencias.
Desde su fundación, el CCARS ha promovido el análisis riguroso de las evidencias científicas asumiendo las discrepancias, pero siempre utilizando el método científico y el pensamiento crítico. Las ideas alarmistas, la negación de evidencias contrastadas, no basadas en la ciencia, y la difusión de noticias falsas disfrazadas de “hechos alternativos” generan una percepción del riesgo distorsionada.
Para despejar las dudas es necesario analizar las mejores evidencias científicas disponibles para tomar decisiones apropiadas de prevención y control. Sin embargo, la calidad de las fuentes de información es desigual y en muchos casos muy deficiente. Al mismo tiempo, el análisis de la bibliografía científica está sometido a diferentes sesgos, intereses e interpretaciones de los resultados que provocan controversias y generan confusión, miedo (muy contagioso) e incertidumbre en algunos sectores de la sociedad. En una época dominada por las noticias falsas, las mentiras, la inmediatez, los bulos o el rechazo a los expertos, es más necesaria una información basada en sólidas evidencias científicas. Estos aparentes desacuerdos pueden ser utilizados para justificar posiciones muy extremas sobre las medidas a tomar frente a los CEM.
FUENTE: CCARS