El avance de la sexta generación de telecomunicaciones móviles (6G) en Europa se enfrenta a un obstáculo clave: la disputa por el espectro de 6 GHz, fundamental para la conectividad de alta velocidad. Mientras los operadores de telefonía móvil presionan para obtener acceso exclusivo a esta banda, la industria del Wi-Fi argumenta que su uso compartido es esencial para garantizar una conectividad asequible y eficiente.
Conflicto por la asignación del espectro
El 6G promete una evolución en la comunicación móvil con velocidades ultra rápidas, baja latencia y mayor capacidad para soportar tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT). Sin embargo, la infraestructura de redes inalámbricas, especialmente el Wi-Fi, ha evolucionado significativamente en los últimos años con estándares como Wi-Fi 6 y Wi-Fi 6E, que dependen de la banda de 6 GHz para ofrecer mejor rendimiento en entornos urbanos y empresariales.
Ante esta situación, dos bloques de actores han emergido con posiciones opuestas:
- Operadores de telecomunicaciones móviles, que abogan por la asignación exclusiva de la banda de 6 GHz para el despliegue de 6G, argumentando que una red robusta de comunicaciones móviles es clave para la competitividad europea en la economía digital.
- Proveedores de servicios de Wi-Fi y asociaciones tecnológicas, quienes sostienen que la disponibilidad de esta frecuencia para redes locales permitirá una conectividad más accesible para hogares, empresas y espacios públicos, sin depender de costosas suscripciones móviles.
Implicaciones para la conectividad en Europa
La decisión sobre la asignación del espectro tendrá consecuencias a largo plazo. Si la banda de 6 GHz se destina exclusivamente al 6G, el desarrollo del Wi-Fi podría verse afectado, reduciendo su capacidad para ofrecer conexiones rápidas y eficientes en entornos sin cobertura móvil. Por otro lado, si se mantiene su uso compartido, los operadores de telecomunicaciones advierten que esto podría limitar el potencial del 6G en la región, dejando a Europa en una posición desventajosa frente a mercados como Estados Unidos y China, donde las asignaciones de espectro ya están en proceso.
Perspectivas de resolución
Actualmente, la Comisión Europea está evaluando propuestas de distintos actores del sector para determinar el mejor enfoque regulador. Es posible que se opte por una solución intermedia, donde se asignen partes del espectro tanto para redes móviles como para Wi-Fi, garantizando que ambas tecnologías puedan coexistir sin comprometer su rendimiento.
Este debate es crucial para el futuro de la conectividad en Europa y definirá el equilibrio entre el acceso universal a internet y la innovación en telecomunicaciones móviles.
Fuentes relacionadas:
- Al despliegue del 6G en Europa le ha salido un obstáculo: el WiFi se pelea por el mismo espacio (xatakamovil.com)
- El despliegue del 6G en Europa se frena: el WiFi reclama el mismo espectro (hardwarepremium.com)
- El 6G contra el wifi: telecos y grandes tecnológicas abren un nuevo frente de batalla ante Bruselas por el uso del espectro (elespanol.com)